La emprendedora tras el algoritmo que optimiza la producción de harina de pescado
Altum Lab aterrizará en julio en EEUU con el apoyo de un fondo de inversión y se prepara para llegar a la industria agrícola.
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Desde beijing
Poco a poco los estereotipos y moldes que rodean a las tecnologías de la información (TI) comienzan a desdibujarse. En el contexto del Innovation & Investment Summit realizado por ProChile a fines de abril en Beijing, China, Madeleine Valderrama, cofundadora y CEO de Altum Lab, presentó BOSS, una plataforma que optimiza las mezclas para harina de pescado, con un algoritmo y machine learning.
La ingeniera civil industrial de la U. de Chile, cuenta que por su background no fue difícil aterrizar en las ciencias de la computación, pero lo complejo es no “tener partners y no pertenecer a una cofradía de mujeres que estén en lo mismo, básicamente, porque hay muy pocas mujeres en TI liderando proyectos”, afirma.
No siempre trabajó en este sector. Cuando cumplió los 30, hizo “crisis” y abandonó su trabajo en una empresa acuícola, porque necesitaba armar algo propio. No tenía claro qué, pero tras investigar optó por incursionar en el sector de TI. Se asoció con Ismael Valenzuela, experto en informática, y desarrollaron una primera versión del software que vendieron a la pesquera Camanchaca en 2015. Un beta que fueron perfeccionando, primero con un capital semilla de Corfo y luego con Imagine Lab, la aceleradora de Microsoft.
“Fue un punto de quiebre, pasamos de jugar a ser empresa a construirla. Desarrollamos un producto más potente y lo lanzamos al mercado en mayo de 2018, con el nombre BOSS y en noviembre iniciamos una prospección en Perú, uno de los mercados grandes de harina de pescado a nivel mundial”, comenta Valderrama. En 2018 empezaron a generar ingresos y la meta para este ejercicio es crecer al menos cinco veces, aunque “estaremos tranquilos si crecemos tres veces. Los últimos tres años nos hemos dedicado full a investigación y desarrollo”, afirma.
Un problema matemático
La plataforma BOSS surgió para optimizar los procesos de la producción de la harina de pescado. Crearon un algoritmo muy específico que resuelve el problema matemático del Self Partition Problem que afecta a las empresas que trabajan con mezclas no homogéneas, como la harina de pescado.
“Mientras más variables de contexto -precio, costo, locación calidad, etc.- tienes en la partición, ésta es más compleja y llega un punto en que es imposible resolverlo en forma exacta. Y esa es la naturaleza de las deficiencias que tienen estas industrias. Tuvimos un resultado bastante preciso y prolijo y marcamos la diferencia”, comenta la emprendedora. El algoritmo logró aumentar hasta en un 5% el stock de las productoras de harina de pescado, lo que se traduce en “mucho dinero”, afirma Valderrama. Siguieron perfeccionándolo, y a fines de 2018 le incorporaron machine learning, lo que permitió detectar variables que se escapan al ojo humano. “Un año después, el algoritmo es completamente distinto y llegamos a mejoras de hasta el 12% de alza en stock de producción”, dice.
El próximo paso es ir más allá del mercado de la harina de pescado e incursionar en la industria agrícola. Se adjudicaron un segundo fondo Corfo, esta vez de capital humano para la innovación y contrataron a una agrónoma que los está ayudando a comprender los problemas del agro. “Por ahora estamos testeando la herramienta en este sector, donde cada fruta o producto es distinto, por lo tanto, los requerimientos son diferentes”, explica Valderrama.
En paralelo, buscan que BOSS sea cada vez más modular, de manera de prestar servicios a diferentes industrias. Una tarea que les demanda invertir el 50% de los ingresos en Innovación y Desarrollo (I+D).
Con miras a EEUU y China
En noviembre de 2018 ingresaron al mercado peruano de harina de pescado y están en negociaciones para llegar a Ecuador. Pero los planes no se agotan aquí. Acaban de cerrar la primera ronda de inversión con el fondo Dev Labs, con sede en California, por US$ 100.000 para financiar la expansión a Estados Unidos, donde también hay productores de harina de pescado. Dev Labs se quedó con un 10% de la propiedad y Altum Lab se valorizó en US$ 1 millón.
“De aquí a julio deberíamos estar con reuniones, con la plataforma ajustada a las materias primas de ese mercado. En Chile se usa jurel, sardina, anchoveta, y allá se usan otras materias primas. Hay que ir ajustando ciertas cosas que podemos ir haciendo desde acá y para llegar con algo que puedan ocupar y ver el potencial”, dice Valderrama.
La emprendedora también tiene a China en la mira. A fines de abril participó en el Innovation & Investment Summit by ProChile, que tuvo como anuncio principal la firma del acuerdo para la creación del Chile-China Innovation Hub en Beijing y que busca apoyar a emprendedores chilenos para que emprendan en China y viceversa.
Valderrama cuenta que el país asiático compra casi el 70% de la demanda mundial de harina de pescado, es el principal comprador de este producto, porque la ocupan para alimentar anguilas, cerdos, pescados, y otros.
“Con China nos queremos poner al otro lado de la cadena, no sólo ayudar a los productores, sino también a los compradores, diciéndoles qué comprar, lo más barato posible, y yo te digo cómo refinarlo. No hemos encontrado nada parecido para esta industria”, afirma.
Esta es la segunda vez que vienen a China y la Universidad de SusTech (Shenzhen) se interesó en ser el partner de Altum Lab en ese país y comercializar con su respaldo.
“Para ingresar a China es necesario tener un partner local y es mucho más potente entrar con una universidad que con un privado”.